Abantos vs Chus y yo

Menuda jornada.
Aquí, los dos matados No.1, Chus y yo, decidimos irnos de ruta para preparar el Festibike. Como era de preparación, tenía que ser algo similar a lo que nos vamos a encontrar el 30 de Septiembre en Tres Cantos. Chus propuso una subida al Abantos desde Robledo y yo, ignorante de mi, dije que me parecía estupendo.



Así que allá nos fuimos! El domingo me cogí el tren a eso de las 7:25AM y me fui a Nuevos Ministerios, donde había quedado con Chus para montar la bici en su coche e irnos a Robledo.
Tras unos 45min de viaje, con vuelta turística por Majadahonda incluida, llegamos a Robledo. Nos vestimos, preparamos todo y salimos rápido, que teníamos que volver a tiempo para ver la salida de la Fórmula 1...
La primera parte de la ruta fue horrible. Aún estando frescos, subimos por un camino con mucha pendiente, muchas grietas y piedras... Chus ya se lo conocía y se lo subió sin prisa pero sin pausa. Yo tuve que echar el ancla en más de una ocasión, lo admito...
Esto fue como la primera media hora. Tuvimos que parar cada cierto tiempo para abrir y cerrar las verjas que se cruzaban en nuestro camino. Yo ya estaba flipando, si todo iba a ser así de chungo iba a estar más tiempo andando que en bici...
Pero no. Luego llegaron una serie de bajadas y un llano muy agradecido. Cada vez que había una bajada, Chus desaparecía de mi vista. Menos mal que iba parando a esperarme cada cierto tiempo, porque sino no le volvía a ver hasta la subida del Abantos...
Después de las bajadas, un llano bastante largo. Tiempo para descansar, tomar unas barritas y charlar. Una de las cosas buenas de irte por ahí en bici con alguien es que tienes tiempo para hablar de todo lo que quieras. Estuvo wapo!
Pero volvamos a lo que interesa. Se acabó el llano y volvimos a los senderos. Era un sendero facilillo, así que Chus decidió buscar un "camino" que el conocía que era más "divertido". Los cojones! Se metió por una grieta ancha llena de piedras y arbustos!! Se lanzó para abajo y yo intentaba seguirle... Evidentemente, no podía seguirlo con cosas como esta...



... pero de repente di con él! No precisamente porque fuera más rápido que él, sino más bien porque decidió tirarse al suelo a esperarme...



En fin, cosas de la vida. Después de la pequeña aventura, cogimos un tramo de carretera hasta que nos desviamos hacia el Abantos. Nueva parada técnica: agua y más barritas de alpiste.



En la reanudación grabamos unos vídeos y Chus comentó no sé qué de una pendiente del 30%. Yo muerto de la risa con la coña, pero 5 minutos más tarde nos encontramos con una PARED vertical con piedras. Coñoooooo... Que sí que era verdad...



Con más cojones que piernas decido subírmela. Al fin y al cabo, tenía que suplir mis carencias en la bajada subiendo fuerte, así que... Para arriba!
Llegamos con el corazón en la boca. Y no os creáis que después de esa salvajada había un llano para recuperar, no. Había unas V's hacia arriba muy divertidas. Y por si esto fuera poco, Chus empezaba a hablar de no se qué famosas Zetas que estaban al caer... y cayeron! Menuda ascensión! Eso no eran zetas, era la World Wide Web! Una subida constante dividida en 69 zetas empalmadas. Menudo infierno. Pero se subió hasta el final, como hombres que somos.



Después de las P&%$& Zetas no había mucho hasta la subida final por carretera a la Malagueta en la que pinche como un marrano. No tenía último piñón, y ya las había pasado perras para subirme las zetas. Era mantener un ritmo superior al de mis fuerzas o no andar, así que me lo tuve que subir a trompicones... Pero una vez más, llegamos como hombres.



Una vez arriba, después de descansar, nos empezamos a plantear la bajada. Chus me dio dos opciones, acortar por un camino o ir a saco hacia abajo por senderos a lo cabra. Me tentaba lo fácil, pero para una vez que subía con Chus decidí hacer lo correcto. Y allá nos fuimos! Al principio iba jiñado, pero poco a poco el fui cogiendo el gustillo (o empezaba a estar demasiado cansado para tener miedo) y acabe casi a rueda de Chus. Todo un logro. :D





Una vez abajo lo único destacable fue el tramo de carretera al Puerto de la Cruz Verde. 5 kilómetros de subida por el arcén, con un sol de los que hace justicia y yo sin agua. Dolor, mucho dolor...

Eso sí, la vuelta a Robledo cuesta abajo por carretera a una media de 50km/h. Nos poníamos en posición aerodinámica y todo... :D
En definitiva: un entrenamiento muy bueno para el Festibike (al que ya me he pre-inscrito, por cierto).

P.D: Chus también ha escrito un post de semejante hazaña desde su punto de vista

1 Comentario:

Anónimo dijo...

Ahí, ahí a ver si llegamos fuertes al Festibike...